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ARTÍCULO HISTÓRICO
Vivian Cubelo Núñez, enfermera de eterno verde olivo
Vivian Cubelo Núñez, a nurse dressed in green
*Licenciada en Historia del Arte. Profesora Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas “Dr. Zoilo E. Marinello Vidaurreta”, Las Tunas, Cuba. **Licenciada en Educación en la especialidad de Física. Investigadora Auxiliar. Profesora Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas de Las Tunas, Cuba. ***Licenciada en Enfermería. Máster en Longevidad Satisfactoria. Profesora Auxiliar. Filial de Ciencias Médicas “Mario Muñoz Monroy”, Las Tunas, Cuba. Correspondencia a: Lic. Kenia María Borrego Rodríguez, correo electrónico: keniabr@ltu.sld.cu.
RESUMEN
Mantener los logros alcanzados por la salud pública cubana requiere de profesionales competentes y con sólidos valores que manifiesten en su actuar cotidiano. En este trabajo se promueve la formación de valores humanos, patrióticos y profesionales a través de la historia de vida de una revolucionaria tunera Vivian del Rosario Cubelo Núñez, que devino en enfermera competente, con sólidos valores profesionales, que deben caracterizar a los enfermeros en la actualidad cubana; miembro de la brigada femenina del movimiento 26 de julio en Las Tunas, donde desarrolló diversas acciones en la clandestinidad. Al triunfo de la Revolución se graduó como Licenciada en Enfermería, desempeñando diferentes tareas en la docencia, la asistencia médica y las investigaciones, mostrando su humanismo, laboriosidad y responsabilidad. Actualmente, jubilada de las labores asistenciales, pero sigue vistiendo de verde olivo, luchando por la liberación de los cinco héroes injustamente prisioneros en el imperio. Ha trasmitido valores éticos y morales a jóvenes, especialmente a su nieto, activista del Comité de Solidaridad por la liberación de estos héroes cubanos.
Palabras clave: ENFERMERÍA; FORMACIÓN DE VALORES.
Descriptores: HISTORIA DE LA ENFERMERÍA.
ABSTRACT
The preservation of the accomplishments in Cuban public health demands competent professionals with solid values who may act in their everyday context. This study promotes the upbringing of human, patriotic and professional values through the life and story of Vivian del Rosario Cubelo Núñez. This revolutionary woman from Las Tunas became a competent nurse with solid professional values which must characterize the present Cuban nurses. As a member of the July 26th Movement Female Brigade in Las Tunas, Vivian carried out several secret activities. After the revolutionary triumph, she graduated as a Licensed Nurse and developed significant works in teaching, medical assistance and research, showing her sense of humanism, responsibility and arduous work. Nowadays, already retired, she is still dressed in green and struggling for the freedom of the five heroes unjustly imprisoned in the United States. Vivian del Rosario Cubelo Núñez has passed on ethical and moral values to younger generations, specially her own grandson, who is an activist of the Free The Cuban Five Solidary Committee.
Key words: NURSING; VALUES UPBRINGING
Descriptors: HISTORY OF NURSING.
INTRODUCCIÓN
La salud pública es una de las conquistas más preciadas de la revolución cubana. Elevar la calidad de los servicios que se brindan es una meta siempre presente en los trabajadores del sistema de salud. Los profesionales de la enfermería son un pilar importante en este sector; en su accionar con los pacientes, los familiares y la comunidad en general, tiene un fuerte sentido humanístico que los distingue de otras profesiones. Además, incluye los principios de la ética médica cubana y los de la enfermería, que conjuntamente con la preparación científico-técnica contribuyen a la satisfacción de la población y a una mejor calidad de vida de los miembros de la comunidad.
Se requiere de profesionales competentes y con sólidos valores que manifiesten en su actuar cotidiano. En el programa director para el reforzamiento del sistema de valores en la sociedad cubana actual se define: los valores “son determinaciones espirituales que designan la significación positiva de las cosas, hechos, fenómenos, relaciones y sujetos, para un individuo, un grupo o clase social, o la sociedad en su conjunto”… y “se forman en el proceso de interacción entre los hombres y el objeto de su actividad, en la producción y reproducción de su vida material y espiritual”. (1) Los trabajadores de la salud deben influir con su ejemplo en la comunidad. El ejemplo es esencial en la formación de la personalidad. El Comandante en Jefe Fidel Castro expresó: “...el ejemplo es una forma de aplicar la teoría, el ejemplo es una forma de educar a las nuevas generaciones, tiene una importancia enorme. No puede estar en contradicción lo que se hace con lo que se dice. El ejemplo crea virtudes, crea espíritu revolucionario.” (2)
Es objetivo de este trabajo socializar la formación de valores humanos, patrióticos y profesionales a través de la historia de vida de una revolucionaria tunera, que devino en enfermera competente con sólidos valores profesionales, que deben caracterizar a los enfermeros en la actualidad cubana.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para el desarrollo de esta investigación cualitativa sobre parte de la historia de vida de una enfermera, actualmente jubilada, se utilizaron como métodos la entrevista individual y el método histórico, para conocer la evolución de las acciones desarrolladas en la lucha clandestina y el fortalecimiento de sus valores humanos (tales como: patriotismo, antimperialismo, la solidaridad, la responsabilidad, la laboriosidad y el humanismo) de esta enfermera de eterno verde olivo, teniendo en cuenta sus modos de actuación como enfermera y combatiente clandestina.
Se utilizaron documentos inéditos relacionados con el resultado del cumplimiento de sus acciones en la lucha clandestina y su desempeño como profesional de la salud. Así como fotografías, artículos periodísticos de la época, certificados y reconocimientos, entre otros.
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
Vivian del Rosario Cubelo Núñez, nacida el 7 de octubre de 1944 en Victoria de Las Tunas, se formó bajo el ejemplo de sus padres David y María Elena, miembros destacados de la lucha clandestina. Su niñez se desarrolló en una Cuba donde habían madurado las condiciones objetivas y subjetivas, que propiciarían posteriormente el triunfo de la revolución. Existía un movimiento revolucionario organizado por células, que respondían a una dirección nacional. En todo el país se fue vertebrando un movimiento clandestino, que bajo la dirección de Frank País García constituyó un pilar indispensable en la lucha que se libraba. (3-5)
En Las Tunas, antes de que se crearan las células del movimiento 26 de julio (M-26-7) existía una organización autóctona, el grupo de los 18, que agrupaba a los individuos más radicales del partido ortodoxo del territorio, que luego pasó a ser una célula del movimiento.
Este grupo fue fundado a finales de diciembre de 1952, inicialmente integrado por los compañeros: José Rodríguez, Juan Pérez González, Ernesto Vega Soria, Elio Estrada González, Ubelio Fernández Avila, José Rodríguez Rodríguez, Venancio Alberto Román, Emilio Avila Betancourt y Alcides Machado Machado. (6) En 1957 se fundó la brigada femenina del M-26-7, con María Dolores Reyes Pérez como jefa, a la cual pertenecieron 39 compañeras de estirpe mambisa, que pusieron en alto el nombre de la mujer tunera y cubana. (7, 8) Entre sus principales acciones estuvieron: recoger recursos como ropa, zapatos, hamacas, frazadas, sábanas, abrigos, gorras, brazaletes, armas, balas, artículos de oficina, alimentos y cuantas necesidades iban surgiendo; también la venta de bonos. Se curaban y trasladaban enfermos y heridos a lugares seguros para darles tratamiento adecuado. Se acompañaban a dirigentes y combatientes a campamentos rebeldes, unos para alzarse y otros para reunirse o resolver algún problema. Las mujeres combatientes confeccionaban uniformes, incluyendo gorras, brazaletes, escudos y banderas. (9)
Una de las compañeras que integró la brigada femenina fue la joven Vivian del Rosario Cubelo Núñez, actualmente enfermera jubilada, que se mantiene activa en disímiles tareas que asume voluntariamente.
Vivian trabajó directamente bajo las órdenes de la compañera María Dolores Reyes Pérez, conocida cariñosamente como Lola, quien al confiarle tareas riesgosas, que para otras eran sumamente difíciles, sabía que la astucia y valentía de esta luchadora serian una carta de triunfo seguro. Precisamente por esas cualidades de ser ágil, vivaracha, perspicaz y tener una constitución física menuda, el combatiente Olmes Velázquez, a quien ella ayudó, burlando la estricta vigilancia policial, es quien comienza a llamarla por el sobrenombre de “la muchachita” y así le llamaron a partir de ese momento sus compañeros de lucha.
En agosto de 1958 se constituyó la columna 12 "Simón Bolívar", que formó parte del IV Frente Oriental, bajo el mando del comandante Eduardo Sardiñas Labrada (Lalo). El 10 de octubre de 1958 el líder de la revolución Fidel Castro Ruz se reunió con los hombres de la columna, les explicó la misión a cumplir en Victoria de Las Tunas, su importancia y lo riesgoso que era la lucha en el llano. Fidel presentó al capitán Manuel Fajardo Rivero (Piti) como segundo jefe y auditor. (10) La jefatura de la columna se ubicó en San Joaquín, a unos quince kilómetros al sur de la ciudad de Las Tunas, en la casa de Rolando Salgado y la tropa se ubicó alrededor de la carretera central, entre Tunas y Guáimaro, escenario principal de sus acciones. La compañera Vivian fue designada para trabajar en la planta de radio. Además de esta función, cumplía con otras tareas, como ayudante de cocina y salía del campamento a realizar algunos contactos con otros combatientes. (11, 12)
Durante esta etapa conoció al doctor Pity Fajardo, un combatiente que influyó tanto en ella, que con profunda admiración le expresa: “Doctor, cuando triunfemos voy a ser enfermera para trabajar con médicos como usted”; y así lo hizo, cumplió su palabra.
Después de varios años de estudio y de trabajo, en algunos de los cuales no percibió salario, se graduó de Licenciada en Enfermería, laborando en el Hospital Pediátrico “Mártires de Las Tunas”, en Maternidad y en el Policlínico “Gustavo Aldereguía”. Recibió certificados de reconocimiento a la consagración y laboriosidad por el esfuerzo desplegado en el cumplimiento diario de su deber como enfermera, en los programas del adulto mayor y el programa de atención a la mujer y el niño, contribuyendo a elevar la calidad de vida de la población de las áreas e instituciones de salud donde laboró. Obtuvo entre otros: certificado del Sindicato provincial de la salud por su activa participación en el movimiento de jubilados de la provincia (2000), reconocimiento “Memorias de 40 años” de fundado el Hospital provincial pediátrico de Las Tunas y certificado de la administración del Hospital general “Ernesto Guevara de la Serna” (2007).
Continúa superándose, ocupa cargos dentro de la organización que avalan su respeto y consagración a la profesión que escogió, sintiendo satisfacción de haber trabajado como jefa del servicio de Enfermería cuando se inició el Plan del médico y la enfermera de la familia.
Por su destacada labor como enfermera y educadora recibió varios estímulos, como la medalla de la Alfabetización (1986), la medalla “Manuel Fajardo Rivero” (1987) y el reconocimiento de la Sociedad cubana de enfermería (2011), por entrega y contribución al desarrollo de la profesión en el municipio de Las Tunas.
Esta mujer de eterno verde olivo es fundadora de la Unión de Jóvenes Rebeldes, de las Milicias de Tropas Territoriales, de la Federación de Mujeres Cubanas, dentro de esta organización perteneció al Plan FMC – Ministerio de Salud Pública, desempeñando tareas de extraordinaria importancia. En el año 1970, durante la zafra, permaneció por cuatro meses en el municipio de Jobabo, aportando sus conocimientos y servicios asistenciales como enfermera.
Se destacó en las tareas cederistas, llegando a ser delegada al segundo congreso de los Comités de Defensa de la Revolución. Recuerda que cuando Fidel concluyó aquel memorable discurso del 28 de septiembre de 1960 ella salió de inmediato a la calle, junto al compañero Abel Fernández, para recoger firmas entre los vecinos que estuvieran dispuestos a incorporarse a la organización que nacía. Participó, además, en el primer censo de población y viviendas, realizado después del triunfo revolucionario, y en la actualidad pertenece a la brigada sanitaria, en la que de manera activa brinda su apoyo en todo momento.
Vivian ostenta con orgullo el carnet que la acredita como auxiliar del MININT, ya que fue la primera mujer en la parte norte de la ciudad en desempeñarse en la tarea. También perteneció al Departamento Técnico de Instrucción. De acuerdo con las palabras de esta excepcional mujer “su mayor orgullo, mientras estuvo en el MININT, lo sentía cuando podía aconsejar a un joven, hablarle de sus vivencias como luchadora revolucionaria y reflexionar con ellos acerca de lo necesario que resulta para la Patria y para su persona en lo particular ser un hombre útil a los demás y a la revolución”.
Por su destacada participación en las tareas de los CDR y la FMC a nivel de municipio y provincia se le otorgó la distinción “28 de septiembre” (1987), distinción “23 de agosto” y fue invitada a la asamblea de constitución del municipio y la provincia. En la actualidad se mantiene vinculada a las actividades de la Asociación cubana de revolucionarios combatientes, a la FMC, a los CDR y a la Sociedad cubana de enfermería, a la que pertenece. Se jubiló por problemas de salud y según sus propias palabras: “me jubilé pero no me retiré”. Se ha mantenido vinculada a todas las actividades que contribuyan al avance de la revolución por la que luchó desde muy joven.
En estos últimos años ha dado un aporte decisivo a la lucha por la liberación de nuestros cinco héroes prisioneros del imperio, con la participación en múltiples actividades en la comunidad, en escuelas, centros de trabajo, medios de comunicación y en la delegación del Instituto cubano de amistad con los pueblos de nuestra provincia. Su nieto, Andy Daniel Oro Rivera, hace varios años mantiene una activa correspondencia con Gerardo Hernández Nordelo, es continuador del ejemplo de esta incansable luchadora, que ha sabido inculcar los valores patrióticos a la nueva generación.
Esta enfermera revolucionaria enalteció el papel desempeñado por la mujer tunera en la lucha contra la tiranía, en la batalla de ideas que se lleva a cabo por la liberación de los cinco héroes prisioneros del imperio y en el mejoramiento de los indicadores de salud del territorio, evidenciando la vigencia del pensamiento martiano: “La más nobles de las profesiones, y quien sabe si la más grata, es la de enfermero”. (13)
CONCLUSIONES
Vivian del Rosario Cubelo Núñez, en la actualidad enfermera jubilada, comenzó la formación de sus valores éticos, morales y patrióticos en la lucha clandestina, desarrollando diversas acciones que demuestran su patriotismo y antimperialismo. Después del triunfo de la revolución se graduó como enfermera, derrochando su humanismo y solidaridad por los seres humanos que atendió en sus labores asistenciales y docentes, así como su laboriosidad y responsabilidad. Supo trasmitir a las nuevas generaciones el amor y solidaridad por la lucha de los cinco héroes prisioneros del imperio; siendo su nieto un genuino continuador del ejemplo inculcado por ella.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Partido Comunista de Cuba. Programa Director para el reforzamiento de valores fundamentales en sociedad cubana actual. [en CDROM]. Versión actualizada. La Habana, 2011.
- Castro Ruz, Fidel. Discurso pronunciado en la clausura del V Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, efectuado en el teatro "Karl Marx", el 5 de abril de 1987, "Año 29 de la Revolución". [en CDROM]
- Bell Lara, José, López García, Delia Luisa y Caram León, Tania. Documentos de la revolución cubana.1959. Ciudad de La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2006.
- Ramonet, Ignacio. Cien horas con Fidel. 3 ed. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado; 2006.
- Suárez Pérez, Eugenio y Caner, Román. Fidel: de Birán a cinco palmas. Casa Editorial Verde Olivo. [en línea] [citado 23 de marzo de 2014]. Disponible en: http//www.baracuteycubano.blosgpot.com.
- Cruz Infante P, Marrero Pupo N, Feria González T, Cardoza Rafael J, Marrero Zaldívar V, Pupo Vázquez A et.al. El enfrentamiento a la dictadura bastitana 1952-1957. En: Síntesis histórica de la provincia de Las Tunas. [en CDROM].
- Frómeta Sosa, Estilita. Tunas, cuna de mujeres patriotas, sacrificadas que no claudicaron jamás. Noviembre de 2003. (Original e inédito). Fondo del Archivo del memorial 26 de julio. Las Tunas
- Peña Pérez, Nieves. Mujer con estirpe de mambí. Noviembre de 2000 (Original e inédito). Fondo del Archivo del memorial 26 de julio. Las Tunas.
- Angulo Mesa, María Emilia. El movimiento 26 de julio por siempre. Noviembre de 2008 (Original e inédito). Fondo del Archivo del memorial 26 de julio. Las Tunas.
- Cruz Infante, Plácido. Testimonio del jefe de la columna 12 Simón Bolívar, Eduardo Sardiñas. (Original e inédito). Fondo del Archivo del memorial 26 de julio. Las Tunas.
- Cruz Infante P, Marrero Pupo N, Feria González T, Cardoza Rafael J, Marrero Zaldívar V, Pupo Vázquez A et.al. El desarrollo de la lucha insurreccional en el primer semestre de 1858. En: Síntesis histórica de la provincia de Las Tunas. [en CDROM].
- Cruz Infante P, Marrero Pupo N, Feria González T, Cardoza Rafael J, Marrero Zaldívar V, Pupo Vázquez A et.al. La ofensiva final contra la tiranía batistiana. En: Síntesis histórica de la provincia de Las Tunas. [en CDROM].
- Martí Pérez, José. Epistolario. La Habana: Editorial Ciencias Sociales. Obras Completas. Tomo XI: p. 183. [en CDROM].
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