Atención Primaria de Salud

Manuel Bauzá Díaz

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Resumen

Los procesos asistenciales, docentes e investigativos son funciones esenciales de la salud pública; que adquieren su mayor impacto ambiental, social y económico cuando los procesos administrativos tienen orientación científica. Cada una de estas funciones se caracteriza por su alta complejidad, variada composición, el alcance de una dimensión social, elevada dinámica de realización y atributos propios. El efecto de esos procesos depende, esencialmente, de su capacidad para integrarse en un sistema armónico y coherente que requiere de la participación multidisciplinaria del sector salud, la intersectorial social y la participación comunitaria.
De lo planteado anteriormente se puede deducir que el estudio, análisis, diseño y ejecución de estos procesos requieren un enfoque en sistema, así como un pensamiento científico (clínico y epidemiológico). Desde la Medicina General Integral (MGI) se trabaja sobre acciones de intervención, orientadas a la promoción, la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación; con acciones dirigidas al individuo, la familia, los grupos y/o colectivos, la comunidad y el medio ambiente, como acciones para la mejor solución de los problemas de salud.
La MGI es una disciplina sistémica, pues justamente descansa en entender los fenómenos del proceso salud-enfermedad en su integridad, en su diversidad, con particularidades y dinámicas desde el individuo y hasta la comunidad. Como sistema, contiene numerosas singularidades, pero, en conjunto con otros sectores sociales y económicos, participa activamente en pro de la salud de la población. Los decisores en salud deben considerar esta unidad integral y metodológica, lo que se traduce a la utilización del enfoque clínico y epidemiológico.
La formación amplia de profesionales desde la Atención Primaria de Salud (APS) implica la alineación de médicos plenamente identificados con estas funciones y capaces de contribuir efectivamente al mejoramiento de la salud poblacional, no solo en el contexto nacional, sino también en el internacional.
En correspondencia con todo ello, el capítulo provincial de la sociedad cubana de medicina familiar, que agrupa en su seno a profesionales dedicados a la APS, desarrolla este año la X Jornada Científica Provincial de Medicina Familiar, de cuyos ecos será portadora esta revista en números futuros.
El presente número de nuestra revista retoma algunos temas investigativos de la APS que constituyen motivo de preocupación entre sus profesionales, por constituir los problemas de salud que afectan a la población tunera, tal es el caso de enfermedades crónicas como el cáncer, el asma, la insuficiencia renal aguda, la depresión y la nutrición, como indicadores que expresan la influencia del entorno social y sus efectos en la salud de la población.
Al mismo tiempo, abordará enfermedades como el dengue, cuya morbilidad se relaciona con problemas higiénico-epidemiológicos y de infraestructura sanitaria del territorio, los cuales requieren de la participación de otros sectores de la economía y de la sociedad, para lo cual se han establecido mecanismos organizativos e instrumentos de tipo político, estatal, gubernamental e institucional, que han propiciado una posible respuesta intersectorial. Entre los más destacados se pueden señalar: el movimiento de municipios por la salud; el programa de salud y calidad de vida; el plan Turquino-Manatí; y los proyectos de desarrollo municipal.
En estos proyectos se promueve el trabajo con otros sectores y se definen objetivos comunes vinculados con la salud, el bienestar y la calidad de vida, a partir de la identificación de los problemas que demandan acciones conjuntas




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