Resumen
Es inconcebible en la actualidad abordar la salud sin asociar de manera simultánea el término “calidad”. En Cuba, la calidad en salud constituye una prioridad política y estatal, que se fundamenta en un conjunto de principios organizativos, que están respaldados legalmente. El cumplimiento de las normas y el desarrollo de la metrología forman parte, complementan y retroalimentan a la calidad. En todos los contextos, la calidad debe ser instrumentada y evaluada a punto de partida de estándares internacionales. Establecer un sistema de gestión de calidad en el sistema de salud se presenta como una alternativa válida e imprescindible. Actualmente coexisten varios enfoques para medir la calidad. Independientemente del programa que se escoja, en salud es la satisfacción de los pacientes vista como el primordial medidor de calidad. En las universidades médicas se impone, partiendo del hecho de que es allí donde acontece la formación del futuro profesional, a partir de una instrucción de máximo nivel y de los más elevados principios éticos. Por otra parte en el laboratorio, como en ningún otro servicio que se brinda en el sistema de salud, es indispensable un estricto control de calidad, para garantizar resultados altamente confiables. Es una necesidad imperiosa para nuestro país y para la provincia acelerar el proceso de implementación de sistemas de gestión de la calidad que avalen y soporten los servicios de salud, para garantizar un aumento sostenido y ascendente de la satisfacción de nuestros principales usuarios: los pacientes.